Pesca en Paso de los Oscares
Promediaba el mes de agosto (2009) y nos invadían las ganas de ir a Santiago del Estero, esta época no es la recomendada para visitar este lugar, así que esperamos un tiempo y mediante información que recibíamos de los lugareños íbamos juntando energías para el día que nos digan empezó el pique. El 20 de setiembre ese día por fin llegó, enseguida me comunico con el grupo de pesca y decidimos en una semana salir para probar suerte.
Así fue que el 29 de setiembre partimos desde Villa Carlos Paz hacia el sur de la provincia de Santiago del Estero, ya que el pique se estaba dando mejor en esta zona y las temperaturas eran agradables, por lo menos en el pronóstico. Solo 308 kilómetros, según el GPS, nos separaban de nuestro destino, los cuales los últimos 60 eran de ripio, fue así que estimamos unas 4 horas y media de viaje que en realidad por el mal estado del camino se convirtieron en seis y media. La cuestión es que llegamos, lo primero que notamos fue el nivel bajo del rio y luego el frio se haría sentir. Nos ubicamos en una orilla del rio y priorizamos la cena a el armado del campamento el cual nunca se realizó, y decidimos dormir en el auto, como el pronóstico nos vaticinaba una jornada de agobiante calor mis compañeros, cabe aclarar era la primera vez que iban de pesca a este lugar, no llevaron bolsas de dormir, lo que hizo que nos turnáramos el uso de la única bolsa de dormir y en la noche la temperatura rondo los cero grados.
Pero así es la pesca y como dice el dicho, “el que quiere pescado que se moje el…….”, ya todos sabemos como sigue, bueno volviendo al tema que nos interesa, luego de un asado espectacular armamos los equipos y a pescar, no terminamos de encarnar, que Maxi, el mas suertudo del día prende un pequeño moncholo, la emoción fue instantánea, pensamos que se iban a dar los piques sucesivamente, pero lamentablemente no fue asi, pasó mas de una hora hasta que Mauricio, prendiera una pequeña boga, dos horas mas tarde tras varios pique errados y muchísimo frío nos fuimos a dormir. Al día siguiente, lo empezamos con unos mate cocidos y a pescar, ahora y con el sol como aliado, pero con mucho frio, nos pusimos a pescar obteniendo constantes piques y capturas de pequeñas bogas.
Cerca del medio día decidimos cambiar de lugar y realizamos 15 kilómetros por un camino prácticamente inhóspito hasta llegar a un gran recodo del rio el cual se presentaba muy prometedor.
Allí nos dispusimos a pescar, dorados ni en fotos, no se los veía ni escuchaba, los piques de bogas se seguían sucediendo, en un intento por cambiar de carnada, solo disponíamos de hígado y corazón vacuno, tripa de gallina y señuelos, improvisamos un mojarrero y con pequeños trozos de hígado sacamos un par de mojarras, hasta que en esta modesta caña algo hace una llevada importante y del otro lado de la caña una boga de poco mas de un kilo nos sorprendió. Hasta que en un momento, encarnando con mojarra y tirando a fondo, Maxi tiene un gran pique en su caña Lexus, de una acción heavy y de 40 libras, la cual se arquea totalmente, lo que haya picado se lanza en carrera corriente abajo y da tremenda pelea, hasta que de repente afloja completamente, bueno se fue nos dijimos, la sorpresa fue cuando juntó la línea y vimos asombrados como el terminal de acero de 40 libras estaba cortado a la mitad, la verdad no supimos que fue pero sea lo que sea que haya mordido un terminal de esa forma, era algo que nos entusiasmo para en otra oportunidad volver a buscarlo, le calculamos un peso superior a los 8 kilos, pero todos sabemos como es esto de la pesca hasta no poder sacarlo del agua y constatar su tamaño real este pez va a ir creciendo a medida que la anécdota sea contada.
Luego del almuerzo, con una temperatura que se acercaba mas a la realidad de la época en la que estábamos , aproximadamente 30 grados, los dorados empezaron a entrar en actividad, y nosotros a cambiar de equipo, pero sin suerte hasta que faltando una hora para emprender el regreso, le pido la caña a Maxi, para hacer unos tiros en una corredera, ya que yo ya había desarmado mis equipos, encarno una gran mojarra y me dirijo hacia esa corredera donde vimos saltar un par de dorados bastante grandes, dos intentos y nada, hasta que una tomada, corrida y a los palos un par de tirones y una corta pelea y el corte de la línea y finalizada la salida con ese corte, así nos despedimos sin poder haber sacado ningún dorado pero felices por haber disfrutado eso que tanto nos gusta, salir con amigos pasar un tiempo juntos y mejor aun pescando. Lo cierto es que nos prometimos volver muy pronto y la pesca si bien no fue buena nos dejó con ganas de más.
Lo recomendable es no ir solos a estos lugares sin antes averiguar bien o ir con gente que conozca el lugar, ya que no hay luz, señal telefónica, estaciones de servicio a mas de 60 kilómetros a la redonda y un mal calculo nos podrían dejar un par de días a la espera de que alguien nos encuentre. En nuestro caso particular el grupo lo conformábamos tres personas, de las cuales quien les escribe ya con mas de un veintena de viajes a estos lugares, no solo es el conocimiento de la zona y el clima, también lo es el de los lugareños, ya que por desconocimiento muchas veces uno invade su propiedad y eso nos lleva a pasar un mal rato.
Otras cosas a tener en cuenta son: llevar mucha agua, comida y demás pertrechos ya que no hay donde comprarlos, dejar el lugar como lo encontramos, (no dejar basura), repelente, botiquín de primeros auxilios, linternas, abrigo, ya que suele haber gran amplitud térmica.
Equipos empleados:
Cañas: Shimano Stimula acción media 8/17 lbs de 6 pies, Bando Parana river acción heavy 12/20 lbs de 9 pies, Lexus Bullit acción heavy 12/40 lbs 8 pies, Spinit Carbon Fiber acción media fast 8/20 lbs de 8 pies.
Reels: Bamboo Sensitive, Lexus Minnow 40, Spinit Vulcan, Penn Sargus 6000.
Lineas: Multifilamento Taira de 0.14, 0.20mm ; nylon suffix 0.30 y 0.34 mm.
Por: Franco Mariscotti
Villa Carlos Paz-Córdoba-Argentina
Tel: 03541-15651167
E-mail:franco-de-vcp86@hotmail.com